Venusia:
Soy venusia Giro, giro
Giro con la fuerza de la honda en la mano de David
Alcanzo a los gigantes y a los dioses y mi herida es vital.
El amor se identifica con el dolor y no se con que daga provocaras mi herida.
¡No te conosco!
Hombre Violinista:
Vejez.
La tragedia del hombre no es la muerte, sino la decadencia.
El pobre molusco se adhiere a la roca imitando la vida un poco mas.
Venusia:
Idilio. El hombre de mis sueños no tocaba mi cuerpo. El hombre de mi sueños es perfecto.
Eres el hombre que una vez soñé, de niña.
Eres el hombre que una vez soñé, de anciana.
El hombre con que hoy sueño, de mujer
Eres el que crea y mata, el que ingnorando su creación la destruye.
Eres el hombre que de entre las cenizas hace nacer un mundo.
Sabes retorcer la realidad hasta darle forma de tu sueño y retroceder el sueño hasta hacerlo real.
En ese laberinto no hay hilos de Ariadna, ni señales.
No se donde me encuentro ni por donde buscarte.
No se si soy amante o soy tu hija.
No se si soy tu esposa o soy tu madre.
Hago el papel que tu me asignas en cada momento de la vida.
Y soy Todo y soy Nada
Y nada me pertenece de tu historia
y nada me pertenece de la mía
Me encuentro cavando un foso que me abra un camino y cuando alzo los ojos, te contemplo y te sigo.
O no hay camino, o todos los caminos me conducen a ti.
No se si este amor me salva o me pierde, pero esta aquí dentro de mis sueños y fuera de ellos.
Envolviendo mi luz y llenando mi sombra.
Invisible, Intangible, Inaudible: fantasma.
Mas duro que el diamante y mas blando que el aire.
Mas fuerte que la vida y mas frágil que la vida
¿Que harás con el, después que lo inventaste?
Hombre Violinista:
¿Has venido a conocerme?
Venusia:
Y a que tu me conoscas.
He venido a ofrecerte mis rosas y a sonreír bajo tus ramas.
Pero tu rechazas mis rosas y niegas mis sonrisas, miras mi vientre y no mis auroras borales, ves mis senos y no mis relámpagos.
Violentas mi cuerpo sin ver que yo no soy mi sexo, que yo no soy mi carne y mis ovarios, ni siquiera mi sangre.
Te he ofrecido la suma de mis memorias, pasadas y futuras.
La duma de auroras, relámpagos y frutos maduros del sueño.
Pude darte mis lágrimas, pero no te interesas ni en rosas, ni en sonrisas, ni siquiera en mi llanto de nieve.
Has desechado el oro, para robar el cobre de mis huesos.
Tomas de la palabra la forma de la letra y no el significado, el precio de la fruta y no el valor nutricio.
Buscas la violación para probar tu hombría y pasas junto al amor sin ver su geometría.
Ahora te conosco
Eres un comediante, disfrazas tu vileza llamando libertad a tu egoísmo, arte a tu vanidad, luz al fuego con que abrasas y amor a tu lujuria.
Hombre Violinista:
Imagina, Venusia, un teatro donde nadie disfrazara sus vilezas. En la mascara comienza la voluntad de perfección.
Soy venusia Giro, giro
Giro con la fuerza de la honda en la mano de David
Alcanzo a los gigantes y a los dioses y mi herida es vital.
El amor se identifica con el dolor y no se con que daga provocaras mi herida.
¡No te conosco!
Hombre Violinista:
Vejez.
La tragedia del hombre no es la muerte, sino la decadencia.
El pobre molusco se adhiere a la roca imitando la vida un poco mas.
Venusia:
Idilio. El hombre de mis sueños no tocaba mi cuerpo. El hombre de mi sueños es perfecto.
Eres el hombre que una vez soñé, de niña.
Eres el hombre que una vez soñé, de anciana.
El hombre con que hoy sueño, de mujer
Eres el que crea y mata, el que ingnorando su creación la destruye.
Eres el hombre que de entre las cenizas hace nacer un mundo.
Sabes retorcer la realidad hasta darle forma de tu sueño y retroceder el sueño hasta hacerlo real.
En ese laberinto no hay hilos de Ariadna, ni señales.
No se donde me encuentro ni por donde buscarte.
No se si soy amante o soy tu hija.
No se si soy tu esposa o soy tu madre.
Hago el papel que tu me asignas en cada momento de la vida.
Y soy Todo y soy Nada
Y nada me pertenece de tu historia
y nada me pertenece de la mía
Me encuentro cavando un foso que me abra un camino y cuando alzo los ojos, te contemplo y te sigo.
O no hay camino, o todos los caminos me conducen a ti.
No se si este amor me salva o me pierde, pero esta aquí dentro de mis sueños y fuera de ellos.
Envolviendo mi luz y llenando mi sombra.
Invisible, Intangible, Inaudible: fantasma.
Mas duro que el diamante y mas blando que el aire.
Mas fuerte que la vida y mas frágil que la vida
¿Que harás con el, después que lo inventaste?
Hombre Violinista:
¿Has venido a conocerme?
Venusia:
Y a que tu me conoscas.
He venido a ofrecerte mis rosas y a sonreír bajo tus ramas.
Pero tu rechazas mis rosas y niegas mis sonrisas, miras mi vientre y no mis auroras borales, ves mis senos y no mis relámpagos.
Violentas mi cuerpo sin ver que yo no soy mi sexo, que yo no soy mi carne y mis ovarios, ni siquiera mi sangre.
Te he ofrecido la suma de mis memorias, pasadas y futuras.
La duma de auroras, relámpagos y frutos maduros del sueño.
Pude darte mis lágrimas, pero no te interesas ni en rosas, ni en sonrisas, ni siquiera en mi llanto de nieve.
Has desechado el oro, para robar el cobre de mis huesos.
Tomas de la palabra la forma de la letra y no el significado, el precio de la fruta y no el valor nutricio.
Buscas la violación para probar tu hombría y pasas junto al amor sin ver su geometría.
Ahora te conosco
Eres un comediante, disfrazas tu vileza llamando libertad a tu egoísmo, arte a tu vanidad, luz al fuego con que abrasas y amor a tu lujuria.
Hombre Violinista:
Imagina, Venusia, un teatro donde nadie disfrazara sus vilezas. En la mascara comienza la voluntad de perfección.
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