Soy terrestria giro, giro
Giro con la suavidad de la placenta en la cueva materna.
La vida se identifica con la muerte y solo la fecundacion salva la condición efímera.
Tu que me enternizas dejame ver tu rostro.
¡No te conosco!
Hombre violinista:
Madurez.
Me reproduzco y al mirar mi producto descubro mi propia imperfección.
Terrestria:
Culebra despeñada en la montaña en un rodar de luz sobre la tierra.
Guerrero que en debate con las piedras devora huellas, pajaros, memorias, hasta hacer de la altiva roca humilde arena.
Tierra piedra, espinas que lo hieren se hunden en su cuerpo, sangre viva.
Y el cauce in-voluntario se va abriendo ante el cristal fundido que lo llaga como el vientre materno para que nazca el hijo.
Que magma en este nacimiento.
Cuantos despojos: arboles maltrechos, horas rotas, espigas que se han muerto, pero al final del día, sed colmada, un crepúsculo ardiente va a bañarse en sus aguas.
Rió es mi nombre, amor de la tierra y el agua.
Si supiera donde empieza donde empieza mi orilla.
si me dijeras que forma mi ribera:
¿la vena abierta en que el agua muere o el agua herida en que muere el cauce?
¿Donde nace la noche? ¿Donde el día? ¿Donde el mudo sueño y el despertar? ¿Donde comienza el mar que matara cual cuerpo?
Agua o cauce, dime, ¿que es un rió? ¿cual es mi geometría? ¿mi sustancia?
Porque si soy un rió, tu presencia es el agua.
Hombre violinista:
¿Has venido a conocerme?
¿Quien que haya visto el mar puede decir que lo conoce?
Veo esa masa que busca su figura adonde iré a perderme.
¿Que forma tiene el mar?
¿Cual sera mi contorno cuando penetre en sus aguas?
Si un día, en la cuenca del tiempo el mar hallara su forma definitiva y perenne yo no sabría reconocerlo, por que el mar es esa inconformidad de hierro liquido para fraguar estatuas y no la estatua quieta.
Es la inconstancia de la forma y la constancia de la búsqueda.
Amor de hombre, cuando miras el mar, te ves en un espejo y no te reconoces.
¿donde esta el hijo que prolongara mi existencia?
¿Donde la enterna faz que ibas a darme?
Ahora te conosco
Eres el espejismo del caminante que engaña al santo y al artista prometes eternidades, siendo pasajero tu mismo
Hombre violinista:
Imagina, Terrestria, un mundo de espejismos eternos mares quietas y estrellas en su sitio inmóviles en el espacio y en el tiempo.
El futuro no existiera ni el pasado.
El presente fuera inaprehensible.
Giro con la suavidad de la placenta en la cueva materna.
La vida se identifica con la muerte y solo la fecundacion salva la condición efímera.
Tu que me enternizas dejame ver tu rostro.
¡No te conosco!
Hombre violinista:
Madurez.
Me reproduzco y al mirar mi producto descubro mi propia imperfección.
Terrestria:
Culebra despeñada en la montaña en un rodar de luz sobre la tierra.
Guerrero que en debate con las piedras devora huellas, pajaros, memorias, hasta hacer de la altiva roca humilde arena.
Tierra piedra, espinas que lo hieren se hunden en su cuerpo, sangre viva.
Y el cauce in-voluntario se va abriendo ante el cristal fundido que lo llaga como el vientre materno para que nazca el hijo.
Que magma en este nacimiento.
Cuantos despojos: arboles maltrechos, horas rotas, espigas que se han muerto, pero al final del día, sed colmada, un crepúsculo ardiente va a bañarse en sus aguas.
Rió es mi nombre, amor de la tierra y el agua.
Si supiera donde empieza donde empieza mi orilla.
si me dijeras que forma mi ribera:
¿la vena abierta en que el agua muere o el agua herida en que muere el cauce?
¿Donde nace la noche? ¿Donde el día? ¿Donde el mudo sueño y el despertar? ¿Donde comienza el mar que matara cual cuerpo?
Agua o cauce, dime, ¿que es un rió? ¿cual es mi geometría? ¿mi sustancia?
Porque si soy un rió, tu presencia es el agua.
Hombre violinista:
¿Has venido a conocerme?
¿Quien que haya visto el mar puede decir que lo conoce?
Veo esa masa que busca su figura adonde iré a perderme.
¿Que forma tiene el mar?
¿Cual sera mi contorno cuando penetre en sus aguas?
Si un día, en la cuenca del tiempo el mar hallara su forma definitiva y perenne yo no sabría reconocerlo, por que el mar es esa inconformidad de hierro liquido para fraguar estatuas y no la estatua quieta.
Es la inconstancia de la forma y la constancia de la búsqueda.
Amor de hombre, cuando miras el mar, te ves en un espejo y no te reconoces.
¿donde esta el hijo que prolongara mi existencia?
¿Donde la enterna faz que ibas a darme?
Ahora te conosco
Eres el espejismo del caminante que engaña al santo y al artista prometes eternidades, siendo pasajero tu mismo
Hombre violinista:
Imagina, Terrestria, un mundo de espejismos eternos mares quietas y estrellas en su sitio inmóviles en el espacio y en el tiempo.
El futuro no existiera ni el pasado.
El presente fuera inaprehensible.
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